Lugares para Pescar Buenos Aires

Reseña de Pesca Deportiva




La provincia de Buenos Aires en lo referente a pesca deportiva ha sido favorecida por la naturaleza, ya que es un verdadero paraíso para la gran cantidad de cultores de este noble deporte y es cada día mayor el número de adeptos que anualmente, caña en mano, recorren los distintos ambientes detrás de la especie favorita.

Las aguas de extensas playas marítimas y fluviales bañan sus costas; innumerables ríos y arroyos la surcan en todas direcciones y un sinnúmero de lagunas salpican todo su territorio.

Atento a como han sido distribuidas sus aguas, cuatro son las zonas perfectamente definidas, con características y especies ícticas propias

Primera zona de lagunas.

Comprende todo el sistema de lagunas, ríos y arroyos del interior de la provincia, una de las pescas deportivas de mayor difusión

La atracción principal que ofrecen a los aficionados es la pesca del pejerrey, importante y la más extendida especie deportiva en esos ambientes.

Laguna de Chascomús.
Laguna Vitel.
Laguna Adela.
Laguna del Burro.
Laguna Chis -Chis.
Laguna Tablillas.
Laguna de Monte.
Laguna Carpincho.
Laguna Barranca.








Otras lagunas fiscales

Laguna de Lobos.
Laguna de Gómez.
Laguna Mar Chiquita.
Laguna de Los Padres.
Laguna Las Encadenadas de Saavedra.

Albufera Mar Chiquita- Coronel Vidal.
Laguna Sauce Grande.
Laguna Salada Grande.
Laguna Alsina o La Larga.
Laguna Cochicó o Arbolito.
Laguna de Monte

Laguna fiscales restantes

Salada Chica.
Las Perdices.
Las flores Chicas.
Camarones Grande.
El Cacique.
Las Flores Grande.
Del Medio.
El Esparto



Lagunas Privadas

Antes de terminar con las lagunas y ríos interiores, se hace necesario hacer un capítulo aparte en lo referente a las lagunas privadas.





Si bien el número de lagunas privadas de la provincia de Buenos Aires registradas en la Dirección de Recursos Pesqueros sobrepasa las 750, no todas ellas tienen suficiente caudal de agua como para la convivencia ictícola.

Algunas están completamente cubiertas de hidrófitas invasoras, otras se han secado y perdido irremediablemente como reservorio de agua y un número menor se mantiene en un buen estado, límpidas y con abundante cantidad de pejerreyes, especialmente aquéllas que han sido destinadas a la explotación comercial de la pesca y cuyos dueños racionalizan la extracción con ejemplares que ya han permitido por lo menos dos desoves, en salvaguarda de la especie.

Existen, sin embargo, muchos propietarios de ambientes privados que permiten la pesca deportiva en sus aguas, previa solicitud de permiso; nada cuesta, pues, pedir la consabida autorización cuando hay propietarios que también son buenos deportistas.


Río Salado.

De largo recorrido, atraviesa casi toda la provincia de Buenos Aires, de oeste a oeste y desemboca en la bahía de Samborombón.
Este caudaloso río en épocas de lluvias brinda al aficionado durante casi todo el año y a lo largo de su recorrido, pejerreyes en los incontables remansos que posee su sinuoso cauce y en la desembocadura e incluso a varios kilómetros, en pleamar, se cobran ejemplares de corvina, lenguados y lisas, durante los meses de verano y otoño.
Últimamente se realizan importantes capturas de carpas.


Río Samborombón.

De corto recorrido, pero también muy caudaloso en épocas de lluvia, al igual que el anterior, desemboca en la Bahía Samborombón y es dable de cobrar, de acuerdo a la época y al estado de su cauce, pejerreyes, corvinas, etc.

Ríos Interiores.

Los ríos y arroyos interiores merecen un comentario particular, aun perteneciendo a la zona que se está tratando, en razón de su ubicación geográfica y por el recorrido dentro del territorio bonaerense. Los principales cursos de aguas interiores son:

Río Quequén Salado y Río Quequén Grande, Colorado y Negro.

Desembocan los dos primeros en el Océano Atlántico, sirviendo de límite el primero entre los partidos de Coronel Dorrego y Tres Arroyos, y el segundo entre Necochea y Lobería.







Ambos cursos de agua fueron sembrados con pejerreyes y percas o truchas criollas, que se han adaptado y reproducido a lo largo de su recorrido. Los ríos Colorado y Negro que atraviesan la provincia de Buenos Aires de oeste a este, desembocan en el océano Atlántico y en sus caudalosas aguas se pescan percas (truchas criollas ).

Arroyos de importancia.

Merecen citarse los arroyos: Talpaqué ( que fuera sembrado oportunamente por la Dirección de Recursos Pesqueros ), Vallimanca y Saladillo en el oeste de la provincia, porque sus aguas están pobladas de pejerreyes.

Segunda Zona Parano - Platense.

Comprende la cuenca Parano- Platense con dos sub-zonas bien definidas por su configuración física, la zona Delta con todos los ríos , riachos y arroyos que la configuran, el río Paraná en su curso inferior, comprendiendo la margen este de los partidos de San Nicolás, Zárate, Campana y todas las islas del Delta propiamente dicho; la zona de Río de la Plata, comprende todo el estuario hasta la confluencia con el Océano Atlántico.

Sub - zona Delta.

En sus intrincados ríos, riachos y arroyos se encuentra la gran gama de peces que enriquecen las aguas dulces que bajan del Alto Paraná y del Uruguay. Es así como encontramos especies propias de las regiones más cálidas que, corriente abajo, se internan entren los riachos que circundan las numerosas islas del Delta y, enriqueciendo sus aguas, hacen el paraíso de los aficionados al deporte de la pesca, con variedades que colman todas las aspiraciones deportivas; junto a los dorados encontramos surubíes, bogas, tarariras, pejerreyes, etc., tras las cuales se mueven, caña en mano, verdaderas legiones de pescadores.

El tráfico intenso y la densidad de población cada día más creciente, han alejados las especies y, por ende, las buenas pescas de los lugares cercanos a los balnearios y embarcaderos. Pero a poco de internarse en los vericuetos del Delta, se encuentran ríos y arroyos y bien poblados que brindan satisfacciones al aficionado, por lo cual son el Paraná - Guazú y sus afluentes, lugares seguros de pesca, en especial pejerreyes y bogas, según la época. Avanzando corriente arriba hacia el norte, en verano, son mayores las posibilidades de captura de dorados, pacúes, surubíes, etc.

En los meses de primaveras y verano, en el Paraná - Mini, Paraná de las Palmas y Cruz Colorada, se capturan bogas de muy buen tamaño.

En las costas de los partidos que bañan las aguas del Paraná inferior, San Nicolás, Ramallo, San Pedro, Baradero, etc,. se hacen buenas pescas durante todo el año de especies propias de la variedad íctica que en ella comviven.

Zona Serrana.

En lo concerniente a la pesca deportiva: la casi única especie que puebla los ríos y arroyos de Ventania, la trucha hace que sea una de las más atractivas y , a la vez, una de la más complejas por lo agreste del lugar donde se pesca y lo escurridiza y difícil que es de atrapar esa tan preciada representante de la fauna íctica.

Su pesca tiene carácter internacional, por cuanto todos los años verdaderas legiones de pescadores del viejo mundo y de países americanos hacen incursiones en Sierra de la Ventana, ( paraje dentro de la provincia de Buenos Aires que centraliza la zona que se comenta, para dedicarse a la pesca de la trucha, por lo variado, como difícil arte de su captura y donde la destreza en el manejo de los implementos da lugar a verdaderas contiendas de habilidad como de conocimiento profundo de la pesca.

La Dirección Nacional de Pesca Continental, dependiente de la Subsecretaría de Pesca de la Nación, en colaboración con la de la provincia, ha tomado y tiene a su cargo la siembra con truchas salmonadas y arco iris, en los cursos de agua de esta zona.

El río Sauce Grande con sus afluentes, el arroyo Naposta Grande y los ríos Sauce Chico y Sauce Corto con su afluentes, constituyen los mejores ambientes trucheros, en éstos ambientes se hacen buenas pescas y en algunos se cobran ejemplares cuyo peso sobrepasa los tres kilos.

Los buenos caminos existentes hacen que estos ambientes trucheros sean frecuentemente visitados y, por otro lado, la gran mayoría de los propietarios ribereños permiten el acceso para que se pueda pescar , siempre y cuando sean respetadas las reglamentaciones en vigencia.

La pesca de la trucha arco iris está permitida en el territorio bonaerense desde el 1º de octubre y hasta el 30 de junio de cada año, con línea de un solo anzuelo y hasta un máximo de cinco piezas por pescador y por día, estando prohibida la captura de ejemplares de una longitud inferior a los 20 cm., los que deben ser devueltos al agua en caso que se prendan en el anzuelo.

Por el carácter esencialmente deportivo de esta pesca, debe utilizarse en ella solamente carnadas artificiales: mosca o cucharas.

Al tener la zona serrana la ciudad de Tornquist como centro, el aficionado o turista puede llegar a ella para luego desplazarse a los distintos ambientes , elegidos de ante mano o donde lo indiquen los banqueados del lugar, por varias rutas, especialmente la Nº 3 de Buenos Aires a Bahía Blanca, o por esta misma tomando en Azul la ruta nacional Nº 226 hasta Olavarría y siguiendo hasta Sierra de la Ventana.
También entrando por la ruta nacional Nº 3 desde Bahía Blanca, siguiendo por ruta nacional Nº 33 hacia Tornquist; si bien es un poco más larga, es completamente pavimentada desde la Capital Federal.


Zona marítima.

Esta zona es la más extensa geográficamente , ya que comprende toda la faja costera que va desde la confluencia del Río de la Plata con el mar, hasta Carmen de Patagones, en la desembocadura del río Negro.

Teniendo en cuenta la gran longitud de playas, los distintos accidentes y la compleja variedad de especies ícticas que conviven en ellas, a esta zona debemos dividirla en tres bien definidas sub-zonas: sub-zona-este, con la Atlántida Argentina, sub-zona de los Grande Balnearios y Sub-zona Sur.

Sub - Zona Este.

Comprende desde la bahía de Samborombón, donde se confunden las aguas dulces del Río de la Plata con las aguas saladas del Océano Atlántico, hasta la desembocadura de la laguna Mar Chiquita.
Se caracteriza por tener al norte, en la bahía de Samborombóm , grandes cangrejales con terrenos prácticamente intransitables y desde Punta Norte, cabo San Antonio, hasta Mar Chiquita, suaves y amplias playas con balnearios que aseguran al aficionado y al turista buen alojamiento y mejores resultados en jornadas pesqueras.

En la bahía de Samborombóm, si bien encontramos varias especies ícticas, las que más abundan son pejerreyes y corvinas negras, especialmente esta última, que se acerca a la costa para alimentarse de cangrejos y aun en plena marea se interna varios kilómetros en las desembocaduras de los río Salados y Samborombóm y en la desembocadura del canal 15 y de la ría de Ajó, en busca de su alimento predilecto.

En cambio, en la parte que forma la Atlántida Argentina, con playas de suaves declives y con un marco de médanos, encontramos a lo largo de ella una cantidad de balnearios que ponen una nota de colorido, especialmente de verde esmeralda, que son las colosales obras de forestación llevadas a cabo en médanos fijos, cubiertos con especies arbóreas propias del lugar.

Entre la gran cantidad de balnearios podemos citar principalmente a San Clemente del Tuyú, único que posee puerto de cabotaje y pesca, Santa Teresita, Mar del Tuyú, Costa Azul, San Bernardo, Mar de Ajó, Pinamar y Villa Gesell.

En la playa de la Atlántida Argentina se hace posible la pesca de un sinnúmero de especies de mar, principalmente corvinas negras y blancas, pejerreyes, bagres de mar, melgachos, tiburones, burriquetas, rayas, etc.

La almeja amarilla que se encuentra en cantidad y a todo lo largo de la costa, es la principal carnada para la pesca deportiva, siguiéndola la carnada blanca y la lombriz de mar.

El acceso a la zona comentada puede efectuarse por ruta nacional Nº 2 hasta la localidad de Dolores y luego hasta General Lavalle, así como por ruta provincial Nº11, desde La Plata hasta Miramar.



Sub - zona de los Grandes Balnearios.

Esta Sub- zona comprende los partidos de General Pueyrredón hasta Necochea, abarcando los principales balnearios del país con la cuidad de Mar del Plata, como centro, y unos de los lugares más frecuentados por los pescadores deportivos, por el sinnúmero de comodidades que se les ofrecen.

Le siguen en orden de mérito los balnearios de las ciudades de Necochea y Mirarmar y la gran cantidad de balnearios menores diseminados a todo lo largo de las costas de los partidos que forman esta sub - zona.
La playas son de distintas configuración pero, por lo general, tienden a ser arenosas y con suave declive.

Sus principales lugares pesqueros: sur de Mar Chiquita, escollera de la playa La Perla, las pequeñas escolleras y rompeolas de la cuidad balnearia de Mar del Plata, El Torreón, cabo Corrientes, las escolleras norte y sur, punta Cantera, punta Mogotes, playa del Faro, Barranca de los Lobos, playa de los Padrillos, Chapadmalal, Copacabana, Mar del Sur, en Necochea las escolleras y río Quequén, desde la playa Costa Bonita, Cueva de los Tigres y Punta Negra.

La pesca de mar es variada según la estación, pejerreyes, corvinas ( blancas y negra ), meros, tiburones, pez palo, brótolas, burriquetas, rayas, chuchos, etc.Las carnadas son variadas según la especie, pero es principalmente la más usada el camarón crudo, siendo eficaces el cangrejo, magrú, etc.

La mayoría de las localidades que configuran esta zona poseen un gran servicio de hoteles y alojamientos.

Sub -zona Sud

Esta sub -zona comprende la costa sud de la provincia, que se extiende desde el partido de Tres Arroyos pasando por Coronel Dorrego, Coronel de Marina Leonardo Rosales, Bahía Blanca, Villarino, Carmen de Patagones, etc.

Sin lugar a dudas, esta zona de mar es la que mejores satisfacciones brinda al deportista. La gran variedad de especies ícticas que la pueblan y su tamaño, la hacen paraje de privilegio, especialmente en las cercanías de San Blas, pero también la de más difícil acceso, especialmente al sur, en los partidos de Villarino y Patagones.

La configuración geográfica de esta zona se caracteriza por sus playas cortadas por formaciones accidentadas que se prolongan mar adentro. Los lugares de pesca más conocidos son, precisamente, los principales balnearios que conforman la parte que va desde Tres Arroyos a Coronel de Marina Leonardo Rosales y Bahía Blanca y son : Orense, Claromecó, Reta, Oriente, Monte Hermoso, Pehuen-có y Bahía Blanca y luego, entrando en la parte sur, la desembocadura del río Colorado, San Blas y Punta Redonda.

Como la zona este, en la parte de los balnearios, se encuentra a lo largo de la costa poblados bancos de almeja amarilla, que hacen de ella una de las principales carnadas deportivas.
En los saltos de piedra es dable hacer pesca de muy buenos ejemplares de corvina negra y blanca, meros, pargos, etc.
En la parte de playa y en sus profundas canaletas se obtiene una variada cantidad de especies, principalmente pejerreyes, chuchos, melgachos, pez elefante, raya, tiburones, etc.. y en la parte sur propiamente dicha, se albergan especies poco frecuentes en otras zonas comentadas, como la pescadilla, el róbalo, el congrio y, junto a ellos, corvinas, pejerreyes, rayas gigantes y grandes tiburones.

Se da el caso frecuente de cobrar peces de más de cien kilogramos de peso. La carnada principal es la almeja amarilla, pero se usa también en cantidad la carnada blanca de corvina o pescadilla.

Circuito Metropolitano

Un exacto ángulo recto de 90º, con los lados correspondientes a las verticales norte y este y con el vértice en Buenos Aires, marca un límite inferior a los 100kms. para el circuito metropolitano, enmarcado en esa distancia que consideramos ideal para excursiones de pesca de una jornada de duración, es decir, sin necesidad de establecer campamento para pernoctar.

La zona exclusiva de pesca coincide con el sector de 45º del que hablamos al principio. Corresponde éste al Río de la Plata y puede decirse que a mil metros de murallón de la costanera comienzan las pesqueras que ofrecen posibilidades tanto en verano como en invierno. Además, se incluye todo el delta bonaerense .Esta zona exige, como es lógico, la utilización de embarcaciones de diversos tipos "barcos pesqueros", remedo de las falúas traineras de los primeros pescadores europeos que llegaron a esta costas y que emplearon los mismo diseños, utilizados desde tiempo inmemorial en lugares tradicionales como el Cantábrico y el Mediterráneo.

De eso diseño se impusieron y persisten los " pesqueros" ( diseños campos) , más lujosas y con mejores detalles, que surgieron en la zona de San Fernando y tuvieron su mayor esplendor en los tableros del mencionado dibujante naval.
Estos barcos, de relativo calado y generosa manga , cobijan no menos de diez pescadores y pueden alcanzar en no más de dos horas de navegación los apostadores más indicados.


En cuando a la pesca en el Delta propiamente dicho, se emplean lanchas rápidas que conducen a no más de tres pescadores y que alcanzan los grandes brazos del Paraná ( Palma, Miní, Barca Grande, Guazú, Bravo en tiempos que oscilan, según los lugares, entre una y dos horas de marcha). Todas estas salidas son en el día. Par jornadas dobles con alojamiento a bordo, las condiciones deberán estipularse con las empresas con antelación, tal como ocurre en la mayoría de las pesqueras del todo el mundo.

La zona próxima a Buenos Aires ofrece - salvo algunas excepciones de peces que hace mucho tiempo que dejaron de aparecer en la zona, como el caso del pacú - , las mismas especies que el resto de la cuenca, aun aguas muy arriba por el Paraná. La diferencia estriba en el tamaño y peso de los ejemplares, que en las proximidades de la capital será siempre bastante inferior, como consecuencia de la pesca más intensa y de la polución del ambiente, que a desminuido el número de ejemplares.

Entre las pescas destacables figura la del pejerrey en invierno, que se realiza en los bancos de arena dura de todo el Plata y, muchas veces, a la vista de los edificios de la metrópoli. En esas zonas se obtienen regularmente ejemplares de 500kg. a 1kg de peso , con elementos muy livianos y constituyen unos de los atractivos de la pesca invernal. En verano, en la misma zona, se capturan doradillos, surubíes, bogas ,armados y manduvás, entre otras especies.

Delta Bonaerense

Durante muchos años fue la zona de mayor actividad pesquera deportiva; ya en la segunda mitad del siglo pasado existían servicios de vaporcitos de pasajeros que llegaban hasta el Palmas.
En la actualidad, salvo algunos cursos importantes como el Urión, el Holanda , Capitán y Canal del Este, la gran mayoría de los arroyos tienen poca pesca como consecuencia del aumento de la población y la contaminación de las aguas. La margen derecha del Palmas, que le corresponde como límite, da lugar a una serie de embarcaderos de clubes y hosterías desde los cuales se hacen pescas considerables, tanto en verano como en invierno; las primeras como ejemplares de bogas, armados, patíes, y algunos dorados como especies más buscadas y pejerreyes medianos en invierno.

En el resto de los brazos importantes se realizan la misma pesca, si bien en invierno el pejerrey queda limitado a las desembocaduras de los brazos en el Río de la Plata.

La pesca deportiva, en cambio, cuenta con miles de adeptos que concurren en sus propias embarcaciones o en barcos que cumplen servicios de excursiones de pesca o lanchas del "servicio de correos" con recorridos regulares diarios por toda esa zona. Ríos como el Paraná Miní, el Barca Grande, Barquita, Correntoso, Carabelas y otros, atraen semanalmente a muchos cañófilos, tanto en verano como en invierno.

La pesca de verano se realiza en los ríos interiores, donde se obtienen bogas, armados, patíes, surubíes, manduvás, tarariras, doradillos, con equipos de pescas de fondo o de flote, según sea la zona. En los bancos de arena dura del Río de la Plata también se hacen pescas destacables de la mayoría de estas especies desde embarcaciones de muy poco calado

La pesca invernal se cumple en los principales ríos, con línea de flote y en los mismos bancos de arena dura, con línea de fondo. Se obtienen de esta manera ejemplares de pejerreyes de hasta 2kgs y, tanto en otoño como en primavera, bogas de hasta 5kgs, para las cuales es necesario utilizar elementos más contundentes que para el pejerrey.

Circuito Bahía San Blas

Más al sur de Bahía Blanca, siempre sobre la " austral y única " ruta 3 y a la altura de la localidad de Stroeder, abandonamos el pavimento y entramos en el reino irreal del camino de ripio y conchilla. Nos lleva hasta otro de los tantos caprichos solitarios del sur, la bahía San Blas.
No es un "fiordo chato" como su antecedente inmediato, la neblinosa Bahía Blanca, Simplemente es una bahía. Pero está defendida del océano puro por una barrera de bancos de barro, cangrejales, arrecifes de arena dura, festone de arbusto (michay, uña de león, tamarisco) que reemplazan a las que podían haber sido palmeras del Pacífico Sur.

Dentro de esa depresión, en las aguas tranquilas pululan cardúmenes de pescadillas, corvinas rubias grandes, pejerrey, lenguados soberbios que se deslizan por los bancos de guijarros redondos. Y cada tanto, el lobo gris, el tiburón ( tigre, bacota, pinta roja, escalandrún, etc.). Siempre superior a los 50kgs,. que llega a raspar a su aleta en los cantos rodados de la playa, frente al hotel del Automóvil Club.

Bahía San Blas está a poco más de 800 km. de Buenos Aires.
La pesca variada de mar se completa con salidas embarcados. Las posibilidades con múltiples y los medios de acercamiento muy variados.

Circuito Encadenadas de Guaminí

Este circuito, que llamaremos de las Encadenadas de Guaminí, alcanzó su distancia real de Buenos Aires recién con la pavimentación de la ruta provincial 205, que actualmente une a Saladillo con San Carlos de Bolívar, Daireaux y Guaminí .
Se redujeron así a 490km. los casi 800 que mediaban cuando había que viajar obligadamente por la ruta 5 hasta Trenque Lauquén.

Ruta vieja de las rastrilladas de los malones pampas, San Carlos de Bolívar significó el mausoleo de la dinastía de los Curá (piedra), tronco indígena arauco - mapuche que se deshizo frente a los Remingtons y los sables de caballería de las tropas de línea.
Por Bolívar se entra en la zona de las grandes lagunas de la pampa seca, hoy desbordadas por uno de los habituales caprichos de la naturaleza. A partir esa hoy cuidad pujante y moderna, se suceden las lagunas famosas de pejerreyes.
Ruta adelante, hacia el sudoeste, tropezamos con el verdadero corazón de Las Encadenadas : Copeta, Alsina, Cochicó, Del Monte, Mares en miniatura que son relicto de un mar en serio, allá por el Secundario Superior.
A partir de La Copeta se abre un panorama de lagunas hondas, de aguas salobres y generalmente claras. Son el dominio de un pejerrey fuera de serie. Allí se han obtenido ejemplares de 5 kg, . Así de simple. Lo normal, lo común, es el ejemplar de 500 a 800 grs., con varios ejemplos de más de un kilo. Pero en cualquier momento la línea se quedará " anclada" y la boya se revolverá como chijetazo hacia el bote". Es que pico un monstruo que se quedó con todo. Esto ocurre en Alsina, en Cochicó, en El Monte.